Volví a mirar porque no lo creía posible: ¡naranjas! Y sí. Me planté debajo, saqué la cámara y lo dibujé. En medio del barrio. Soy una naranja, y un limón. Soy cítrica, también. Una alambicada y cítrica. Ofra me da para mucho ser.
martes, 18 de diciembre de 2007
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