En Ofra hay un Instituto con este nombre. Nosotros tenemos un librito de Don Tomás y lo conservamos como oro en paño. Viejito, viejito, el libro. Fábulas y fábulas...
Ayer por mi calle / pasaba un borrico, / el más adornado / que en mi vida he visto. /
Albarda y cabestro / eran nuevecitos, / con flecos de seda / rojos y amarillos. /
Borlas y penacho / llevaba el pollino, / Lazos, cascabeles, / y otros atavíos. /
Y hechos a tijera, / con arte prolijo, / en pescuezo y anca / dibujos muy lindos. /
Parece que el dueño, / que es, según me han dicho, / un chalán gitano / de los más ladinos, /
vendió aquella alhaja / a un hombre sencillo; / y añaden que al pobre /
le costó un sentido. / Volviendo a su casa /mostró a sus vecinos / la famosa compra, /
y uno de ellos dijo: / veamos, compadre, /
si este animalito / tiene tan buen cuerpo / como buen vestido. / Empezó a quitarle /
todos los aliños; / y bajo la albarda, / al primer registro, / le hallaron el lomo / asaz malferido, /
con seis mataduras / y tres lobanillos, / amén de dos grietas / y un tumor antiguo /
que bajo la cincha / estaba escondido. / ¡Burro, dijo el hombre, /más que el burro mismo, /
soy yo, que me pago / de adornos postizos! / A fe que este lance / no echaré en olvido; /
pues viene de molde / a un amigo mío, / el cual a buen precio /ha comprado un libro /
bien encuadernado / que no vale un pito./
Es ser muy necio querer comprar libros sólo por la encuadernación.
Y, añadimos: votar a según quién, porque lleva alcandando desde no se sabe cuándo.
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