Me chifla esta pista por su simbología. De jovencita jovencita jovencita practiqué el atletismo (ahora me gustan más los juegos de equipo). Tras la recta llana una curva, luego la bajada, otra curva y una pendiente hacia arriba para enfilar la misma recta bajo el puente. La vida es más así que no como un tartán de esos de nueva marca mundial. Y luego, en la pecera de cristal, las/los que juegan al pádel (con y sin bigotes).
domingo, 18 de noviembre de 2007
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