Leo Basi en el teatro de esta villa. Fuimos a verlo.
En ausencia del rey del Sauzal se coló un bufón italiano en su corte.
Entró por el Auditorio y, al más puro estilo de Darío Fo, provocó,
divirtió y, sí convenció. "La Revelación" de Leo
Bassi tuvo un lleno casi completo en una sala en la que el
arquitecto parece haberse equivocado al poner el escenario en el
sitio opuesto en el que debería estar. Esto último explica el casi.
Más gente seguramente que en la catedral de Tenerife un domingo
cualquiera. Causa extrañeza ver un espectáculo de este tipo en el
pueblo del actual presidente. Nos lo imaginamos en la capital
tinerfeña y no podemos menos que intuir una posible censura acorde
con los tiempos que corren: si hay censura a la distribución de un
periódico gratuito ¿cómo no la habría a un espéctaculo que va contra
las creencias religiosas de un cierto teniente de alcalde?
Salgo del espéctaculo con una convicción: Sócrates me ama. Me sigo
preguntando por qué. ¿Debería desconfiar de los griegos que dicen amarme?
Entró por el Auditorio y, al más puro estilo de Darío Fo, provocó,
divirtió y, sí convenció. "La Revelación" de Leo
Bassi tuvo un lleno casi completo en una sala en la que el
arquitecto parece haberse equivocado al poner el escenario en el
sitio opuesto en el que debería estar. Esto último explica el casi.
Más gente seguramente que en la catedral de Tenerife un domingo
cualquiera. Causa extrañeza ver un espectáculo de este tipo en el
pueblo del actual presidente. Nos lo imaginamos en la capital
tinerfeña y no podemos menos que intuir una posible censura acorde
con los tiempos que corren: si hay censura a la distribución de un
periódico gratuito ¿cómo no la habría a un espéctaculo que va contra
las creencias religiosas de un cierto teniente de alcalde?
Salgo del espéctaculo con una convicción: Sócrates me ama. Me sigo
preguntando por qué. ¿Debería desconfiar de los griegos que dicen amarme?
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