domingo, 11 de noviembre de 2007

ACAYMO, UNA GAVIOTA EN MADRID


Pues sí, me escapé a verlo. También he leído algunas crónicas en la prensa. Y, por si fuera poco, conozco a Pablo y a Abi, de "Lima Limón" (cuánto entusiasmo, profesionalidad y humanidad se concentran en esa escuela de baile).

De los monos que descienden de los árboles, luego el baile guanche del palo , el tenderete... Al vuelo de Acaymo hacia Madrid, sus amores-conflictos, para volver más Acaymo, tan de aquí. Una historia local. Muy local. ¿Demasiado local?

La escenografía correcta, la coreografía también (cuántas ganas y energía sobre el escenario, qué derroche de ilusión contagiosa), la música en directo de agradecer... Las voces: me quedo solamente con una. ¿El libreto? Pues para pasearlo por las islas.

Siento que es un punto de partida, un excelente entrenamiento para acometer algo más arriesgado, más poético, más universal. Material hay, no sé si medios. Tampoco sé explicar la emoción que quiero sentir al plantarme en un teatro. Sé lo que siento cuando algo me estremece. Acaymo no lo consiguió. Pero intuyo que esa gente del escenario podrían llegar a hacerlo. Y eso es mucho, pues sé que soy difícil de conmover hasta el tuétano; pero esas son las emociones que muchas veces me ha transmitido una actuación.

2 comentarios:

tallerguanche dijo...

pues el público se pasó diez minutos aplaudiendo.

Anónimo dijo...

que el público este durante diez minutos aplaudiendo, no tiene que ser un indicativo de que la calidad del espectaculo sea para tanto. Por que si lleno un espectaculo con mis primos, amigos, hermanos, madre, padre, abuela, y otra fauna amigo-familiar, seguro que me llevo un apoyo extra, ya solo con los conocidos de la parranda, tienes para llenar. Es verdad q la gente lo pasó bien, pero el guión es muy malo..otras cosas muy buenas. A seguir mejorando y trabajando para crecer!